2006-12-18

Decisiones: No todo es blanco o negro, lo jodido es verlo gris...

Esta mañana mis ojos se negaron a abrirse, estaban cansados, abatidos de ver siempre las mismas cosas, demacradas y desprestigiadas, fruto de una sociedad corrompida. Eligieron permanecer cerrados, sumidos en el sueño que inventaron. Echaban de menos una mirada amiga, una sonrisa cómplice.
Miedo, siento miedo. A menudo nos aferramos a las cosas que tenemos, cerrando los ojos a muchas otras que están delante pero que no vemos, y que cuando seamos conscientes de las mismas, si se nos brinda la oportunidad, las veremos al final del camino, cuando ya estén lejos, muy lejos y lamentaremos ese precioso instante de tiempo que dejamos escapar, por el miedo, ese que siempre se adhiere a nuestras entrañas y no nos deja ser felices.
Sabemos que el silencio es oro y la conciencia nuestra temible compañera, esa que en las noches nos roba el sueño, manteniéndonos en vela y se apodera de nuestros actos. Los dos sabemos en silencio que la conciencia no sirve para nada y molesta para todo...
En el autobús, mirando a través del cristal de la ventana, las minúsculas gotitas que lo empañaban establecían un tortuoso juego que se asemejaba bastante a nuestras vidas. Recorrían despejadas su camino y en ocasiones se encontraban con una gotita amiga, a la cual se unían y la fuerza de su unión permitía sopesar mejor los obstáculos de su viaje hacia la base de la ventana y recorrer éste con renovadas fuerzas, acelerando el paso. Pero de repente cundía la confusión y permanecían varadas en un claro del mismo, donde conocían otras gotitas, para volver a reanudar la marcha, separando a veces su destino, para volver entonces a fundirse con una nueva gotita que se encontraba en su misma situación, pérdida, valorando ésta e intentando decidirse por el mejor camino...
No me pidas que tenga fe, nunca la tuve en ninguna divinidad y hace tiempo que dejé de tenerla en los mortales.
No me hables de amor, Romeo murió hace tiempo y Julieta se dio a las drogas en un intento en vano de olvidarlo...

2006-12-01

Déjà vu

Cuando coleccionas amaneceres y te acuestas todos los días con la luna… Cuando miras al final de la calle y solo ves un pasado turbio y un futuro incierto… Cuando recuerdas la paz de sus ojos y el amor ciego con que los tuyos le miraban... Si no sabes lo que buscas porque solo recuerdas lo perdido… Si odias que te pongan en una disyuntiva y te hagan elegir... Entonces, entonces te preguntas donde se quedó tu vida, en qué momento empezó la cuenta atrás.

Todo esto lo piensas en medio de una timba de póquer en la que sin saber muy bien por qué llevas tres partidas seguidas ganando, pero la emoción del juego no es estímulo suficiente como para hacerte olvidar, que te quieres alejar de todo eso en lo que siempre caes, pero no puedes.

Mientras, apuras el último de tus sueños en un trago de tu copa y te pierdes en esa canción que logra hacerte sentir bien.
Déjà vu…