2006-09-11

La reina del Sur

Sabes, estuve reflexionando sobre nuestra charla del sábado, una de tantas que últimamente se suceden como parte de un ritual en el garito de turno sobre las tres de la mañana...
¿Alguna vez pensaste en continuarlas delante de un café y con mis sentidos todavía en plenas facultades? ;)

Tus palabras me llegaron, ya no solo porque las dos sentimos que estrechaba esa distancia que parece estarse interponiendo entre nosotras, sino porque me parece increíble que puedas sentir cierta admiración hacia mi persona.

Nena, seguramente tu lo hagas todo mejor que yo y creo ser la última persona en merecer elogios de nadie.
Sabes que siempre emprendo multitud de empresas y no acabo ninguna, que mi curiosidad a veces extrema solo me lleva a tropezar una y mil veces en las mismas tonterías y que por simple excentricidad no suelo congeniar bien con casi nadie.

Perdona si a veces puedo parecerte fría, dista mucho de mi intención el parecértelo.
Quizá solo sea que estoy algo falta de cariño y que su ausencia durante años ha ido construyendo una tapia de ladrillo y cemento bajo la que ahora me escondo. Los dos besos que te debo te los puedo devolver con intereses si tú prometes nunca privarme de esos abrazos tuyos que tanto me gustan y necesito como la luz del día en mi noche eterna.

Recuerda estas palabras y no olvides seguir deleitandome con tus rayadas particulares, como cuando me confesabas entre risas como te recuerda el líquido que sueltan las berenjenas al agua de los pinceles…

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ays...sé de alguien que dice que nunca ocurre nada bueno después de las dos de la mañana.
El otro día temí que así fuera,porque una de esas conversaciones de madrugada que suelen ser tan hermosas entre nosotros acabó en un dolor intenso y frío.
Inesperado.
Las noches eternas son las que guardamos en el recuerdo intensamente.
Las que no olvidaremos por la mañana.

11 septiembre, 2006 16:09  
Anonymous Anónimo said...

...siempre es curioso o como mínimo, interesante, saber lo que demás piensan de nosotros... A veces, sólo a veces, hasta nos sorpenden acertando en algo ;-)

16 septiembre, 2006 13:23  
Anonymous Anónimo said...

No puedo decir otra cosa: gracias.
No me gustaría volver a perder una amistad como la tuya. Es normal que vayamos cambiando según nos suceden las cosas. Pero yo espero que nuestra relación no se corrompa también, que siempre sean "los mejores tiempos".
Si nunca imaginaste que te admiro, quizá sea porque el orgullo me impide hablar muchas veces. El alcohol puede resultar muy eficaz si lo que se quiere es amordazar viejos fantasmas.
La próxima vez que me veas no te lo pienses y dame un abrazo.
Un beso!

19 septiembre, 2006 23:57  

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